Recuerdos
Recostada en su diván
Sin querer ha recordado
A aquel joven, casi niño
Que la miraba arrobado.
Cada tarde, cada noche
Escuchaba su cantar
Canciones nacidas del alma
-¿Por quién ha de suspirar?
¡Ay! Era su duda eterna
Más, nunca osó preguntar
Eran tristes sus cantares,
Era grande su penar.
La miraba a lo lejos
Y una sonrisa fugaz,
Escapaba de sus labios
Y se ponía a cantar.
Fueron pasando los años
Y una tarde estival,
Ya no miró aquellos ojos,
Ya no escuchó aquel cantar.
Como loca fue a buscarlo
Donde solía estar,
¿Por qué lo extrañaba tanto?
¿Por qué quería llorar?
De pronto escuchó unos cantos
Eran de un funeral,
Iban hacia el camposanto,
¡Ella quería gritar!
Cuando todos se marcharon,
Como en sueños caminó
Hasta el humilde sepulcro,
Estremecido el corazón.
Al leer el nombre escrito
Ya no pudo contener,
Las lágrimas que escaparon,
Desde el fondo de su ser.
¡Corrió, corrió y corrió!
Hasta sentir desfallecer,
¿Por qué es tan injusta la vida?
¿Cómo puede ser tan cruel?
Hoy los años han pasado,
Recostada en su diván,
De nuevo se ha preguntado
-¿Por quién era su cantar?
Y el viento en un susurro
Le ha respondido, por fin…
- Su corazón era tuyo-
¡Su cantar, era por ti!
